Entrevista Correo del Orinoco
El aumento en la calidad del sonido de las producciones cinematográficas venezolanas “ha sido abismal” en los últimos cinco años, así opinó en conversación con el Correo del Orinoco el especialista en la materia con una trayectoria de más de 30 años, el ingeniero Enrique Tirado, facilitador de los talleres incluidos en los programas de formación organizados por la Casa del Artista, el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) y la Universidad Nacional Experimental de las Artes.
En consideración de Tirado, en el país personas especializadas en el área de sonido para audiovisuales, con un muy buen manejo de las técnicas en todos los procesos, desde la microfonía (captura del sonido) hasta las mezclas.
“La verdad no se puede decir nada negativo de las películas venezolanas en ese aspecto, al contrario, me parecen espectaculares, especialmente las últimas producciones, hasta las que son relativamente de bajo presupuesto. Por ejemplo Pipí mil, pupú dos locas (de los hermanos Fernando y Enrique Bencomo), el sonido es espectacular y la producción en general y Papita, maní, tostón (de Luis Carlos Hueck), fue fabulosa desde el punto de vista sonoro”.
SIN NECESIDAD DE SALIR
El especialista que participó en la creación del primer estudio Foley de Venezuela (espacio para recrear bandas sonoras de producciones audiovisuales), señaló además que desde hace aproximadamente un par de años la patria de Bolívar ofrece la infraestructura necesaria para realizar todos los procesos vinculados con la banda sonora de una película, de manera que en la actualidad las realizadoras y los realizadores no tienen la necesidad de viajar al exterior para la postproducción del sonido de sus obras.
Inclusive, el ingeniero considera que Venezuela está en la capacidad de prestar servicios en el área de sonido para audiovisuales a las naciones cercanas, especialmente en el Caribe donde, aseguró, las creadoras y creadores no cuentan con alternativas en cuanto a los requerimientos en algunas fases del proceso necesario para elaborar la banda sonora de una película.
“Deberíamos establecer unas dinámicas de cooperación para brindarle apoyo a las islas del Caribe con este tipo de servicio que esas naciones hermanas no tienen. Poseen alguno que otro estudio de grabación, muy buenos, pero no tienen la capacidad para atender su cine. Sería muy positivo convertirnos en una opción para muchos creadores de países cercanos. Venezuela hace 30 o 40 años era el mercado natural de ellos y venían mucho y ahora, con la creación de la infraestructura cinematográfica que tenemos, deberíamos retomar eso y convertirnos en una alternativa internacional que además podría generar divisas”, reflexionó.
PROCESOS FORMATIVOS
Desde hace aproximadamente un año el especialista Enrique Tirado comparte sus conocimientos en los talleres organizados por las instituciones adscritas al despacho de La Cultura, como el que se inició ayer en la Fundación Casa del Artista sobre el sonido para cine y televisión.
El objetivo del taller que dura 24 horas académicas divididas en 8 sesiones tiene como objetivo ofrecer de manera integral las herramientas necesarias para el diseño y el desarrollo de la banda sonora de una producción audiovisual, “entendiendo esta como la conjunción de los diálogos, los efectos sonoros o Foley y la banda de música” con especial atención al manejo de las nuevas tecnologías, incluyendo el uso de teléfonos móviles, tabletas y otros dispositivos electrónicos.
La actividad eminentemente práctica se inicia con el marco teórico para explicar aspectos relacionados con la percepción del sonido, los decibeles y el rango audible, entre otros conceptos básicos en la materia.
A partir de esta misma primera sesión comienza el aspecto práctico, en el que las y los participantes aprenden cómo hacer una sesión de grabación, la metodología para grabar, los tipos de microfonía según el caso requerido, los distintos patrones polares de los micrófonos, etcétera.
En la segunda jornada, a parte de profundizar en el tema de la microfonía se ofrece una iniciación para que las y los participantes puedan familiarizarse con el funcionamiento de las consolas para mezclar sonido, mientras que el tercer día se dedica a conversar sobre los procesadores de sonido.
A lo largo de la cuarta clase se realiza una sesión de grabación y en las últimas jornadas se inician los proyectos que consisten en la reelaboración de la banda sonora de cinco minutos de un largo o cortometraje seleccionados por cada participante. Igualmente, puede escogerse una producción particular sobre el cual se esté trabajando e incluso el sonido de un videojuego.
LISTOS PARA TRABAJAR
Este taller es el primer módulo de una serie que concluye con otro taller dedicado a la música incidental de las producciones audiovisuales. A decir de Enrique Tirado, las y los participantes en ambas partes de la propuesta formativa salen capacitados para trabajar directamente en el área.
Hasta el momento, sin contar este primer taller de sonido de este año, durante las actividades del año 2014 se formaron aproximadamente a 120 personas.
Por otra parte, gracias un convenio con la Unearte este tipo de talleres que se desarrolla no solo en el área de sonido sino también en otras disciplinas relacionas con el audiovisual, están incluidas como parte del programa académico de las y los estudiantes de esta casa de educación superior.
Según informó Tirado, muy probablemente este tipo de actividades educativas tendrán continuidad en Caracas y en el interior del país.
Quienes deseen estar al tanto de los próximos talleres en esta y otras áreas deberán estar atentos a las redes sociales de la Fundación Casa del Artista y el portal de la institución por medio del cuál podrán suscribirse al boletín informativo.
SONIDOS AUTÓCTONOS
Además de plantearse el Taller de sonido para cine y televisión organizado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura como una actividad exclusivamente formativa, el ingeniero Enrique Tirado se planteó esta experiencia como una posibilidad para crear un banco de sonidos para audiovisuales que estará disponible de manera gratuita en la Unearte, especialmente para las y los estudiantes pero también para las y los productores que lo requieran.
“Durante el taller se hace énfasis en la correcta identificación de los efectos de sonido que puedan registrar como: pasos, tráfico, agua, etcétera, para crear un banco con sonoridades propias, criollas. En el cine no ocurre mucho, pero en algunas producciones audiovisuales se usan bancos de audios que están en el mercado que no tienen nada que ver con nuestra realidad, con el sonido de nuestro tráfico, de nuestro ambiente”.
En su opinión “no tiene sentido” usar para producciones venezolanas efectos sonoros de estos bancos de audios extranjeros, “porque las sonoridades de nuestro tráfico, de nuestras motos, nuestras ambulancias y de nuestros barrios tienen sus características particulares que de alguna manera nos identifican”, apuntó.
http://www.correodelorinoco.gob.ve/nacionales/enrique-tirado-venezuela-esta-capacidad-ofrecer-servicios-audiovisuales-a-naciones-vecinas
